No se sabía qué tal iba a resultar y el experimento sorprendió a propios y extraños. La Plaza de Toros a reventar, el ambiente festivo reinaba en el recinto y seis grupos de valientes que se prestaron a participar en esta iniciativa.
¿El premio? ¿La recompensa? Nada más allá de la honrilla de ser los mejores en una competición donde, según nos dijeron los propios concursantes, quienes más habían disfrutado fueron ellos
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Flamantes ganadores del primer Gran Prix de Navaluenga |
Se realizaron seis pruebas, tres con reses bravas, y a cual más divertida. No se sabe quién terminó con más dolores, si los protagonistas que lucharon a brazo partido por alzarse con el triunfo o los numerosísimos espectadores que terminaron con un dolor de estómago importante de tanto reír.
El día lo completó una muy animada orquesta, La Huella, con una puesta en escena bestial y unas voces que nos acompañaron hasta bien entrada la madrugada.
A ver qué tal resulta hoy el mejor cartel de las fiestas, en lo que a toros se refiere, y después a rematar con la conocida Factory Show.
Seguimos de fiestas.
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